Siguiendo la fiel tradición del 'Gótico Tropical' y la 'porno-miseria´ del Grupo de Cali como concepto y estética para señalar y cuestionar a una suerte de vampirismo en documentales sobre la pobreza. Tomando esta misma concepto, pero para hacer critica satírica a la reconocida artista Doris Salcedo en su ya reiterativo trabajo con el conflicto Colombiano. El cual es bastante cuestionado por su narrativa desde el lugar del duelo colectivo y trabajo con victimas, siendo bastante neutro y no complejiza y señala las variadas vértices de este, quedándose con una narrativa cómoda y fácil, para la elite cómplice de este y con una buena venta comercial internacional.

La propuesta fotográfica fue en coproducción con el fotógrafo Ángel Vega.